LOS PEORES AÑOS DE MI VIDA

Me resulta muy difícil expresar lo que siento y por otro lado, no tengo nadie a quien contárselo, a excepción de a quienes visitan mi blog, porque sólo había dos personas con las cuales tuviera la suficiente confianza para hablar de ello y esas dos personas ya se han cansado de mi, es normal y perfectamente comprensible, no quiero importunarlos más dado que no se lo merecen, asique he decidido no volver a decirles nada sobre lo que me sucede, ya que no deseo estropearles aún más si cabe la vida.
Cuando este macabro juego de autodestrucción comenzó, todo parecía un sueño: yo me sentía mejor conmigo misma, la delgadez me aportaba seguridad y confianza, de modo que mis relaciones sociales mejoraron y se incrementó mi status dentro de mi grupo de, vamos a llamarlas “ amigas”, aunque realmente no lo eran demasiado, como bien he podido comprobar gracias a ciertos desprecios, desaires….en definitiva, putadas que me hicieron con el paso del tiempo; pero el caso es que yo era feliz y estaba orgullosa de mi misma, me sentía capaz de todo, capaz de comerme el mundo, pero con el paso del tiempo todo cambió, un día de repente, sin previo aviso ni motivo aparente comí “ de más”, es decir, me dí un atracón, al cual siguió la correspondiente dieta/ ayuno/ ejercicio/laxante con el fin de adelgazar lo engordado, el caso es que cuando ganaba peso me decía a mi misma: “ no puedes salir hasta que adelgaces porque estás gorda”, en realidad no estaba gorda, a lo mejor sólo había engordado un kilo, que apenas se nota, pero yo me veía como una foca, me avergonzaba de mi y de mi cuerpo y por eso decidía no salir hasta adelgazar, pero resulta que tras adelgazar siempre volvía el atracón, cada vez más grandes, cada vez más seguidos, cada vez engordaba más y me costaba mucho más esfuerzo remediarlo, cada vez me sentía peor, más desesperada, me encerré en mi misma completamente y como consecuencia de ello perdí a mis amigas, me quedé sola y eso lo hizo empeorar todo aún más, el sueño había mutado en pesadilla y así pasé unos cuantos años hasta que me integré en un nuevo grupo de amigos gracias a cierta persona que me introdujo en él, eso me devolvió la ilusión: poder salir de casa, conocer gente nueva, agradable, simpática….y sobretodo, me enamoré, hacía muchísimo tiempo que no conseguía bajar de peso pero la meta de conseguir gustarle a ese chico, de que él me viera cada sábado más bonita que el anterior, me ayudo a salir adelante y perdí 8 kilos, tuve algún altibajo, pero nada importante. Al pasar un tiempo le dije al chico lo que sentía por él, pero el sentimiento no era correspondido y de hecho él comenzó a salir con otra chica, me dolió no gustarle, eso es evidente, pero lo acepté con resignación y lo llevé bastante bien, aún así algo sucedió, perdí mi meta, ya no había motivación, bueno, si la había: no engordar para poder seguir saliendo y conservar de ese modo mis nuevos amigos, pero al parecer esa meta no bastó y caí una y otra vez sin remedio, sigo cayendo y levantándome una y otra vez, hace como uno o dos meses que he dejado de salir con ellos, he vuelto a la pesadilla, por un tiempo pensé que iba a salir de esto, que iba a ser feliz pero me he vuelto a hundir, en cuanto aparece el mas mínimo problema vuelven los atracones, incluso sin problema alguno, la situación es ya incontrolable y lo que más me fastidia de todo es el hecho de haber tirado a la basura esa segunda oportunidad que se me presentó de rehacer mi vida, me he quedado sola de nuevo, y ahora me preguntó : ¿ acabará esto algún día?, de ser así, ¿ cuándo tendrá lugar ese final?, ¿ volveré a ser feliz?, ¿ volveré a ser normal?, la verdad es que no deposito muchas esperanzas en ello, teniendo en cuenta mi evolución, pero lo que tengo completamente claro es que nunca me resignaré a ser gorda.